miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Hombre nuevo?

La tragedia de vivir en un país donde la vida no tiene ningún valor, donde morir por un par de zapatos o por un reloj es cotidiano, requiere de especial atención y su solución no se puede condicionar a la creación de un hombre nuevo, donde por su formación "socialista" se garantiza la vida y las buenas costumbres. La parodia del socialismo como forma de garantizar la continuidad de la especie humana no pasa de ser una cháchara barata donde se escuda una persona cuyo único afán es aferrarse al poder, mientras unos cuantos se llenan los bolsillos con el dinero que es del pueblo.
Soy partidario de Napoleón, cuando éste planteaba que la educación del niño se debe comenzar veinte años antes de nacer; Bolívar mantenía que un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción y Venezuela no escapa a este vaticinio, somos una nación donde enrriquecerse sin esfuerzo es una virtud, colearse, evadir impuestos, en fir ser el más "vivo" es una nota. En este país el derecho individual le pasa por encima a los derechos colectivos y para que hablar de deberes, cuando las autoridades son cómplices por omisión o conchupancia.
En este país las instituciones deben poseer un historial de credibilidad a prueba de balas, sus miembros deben poseer una honarabilidad sin precedentes, para poder actuar de manera acorde a las circunstancias, las leyes se deben cumplir para todos, comenzando por los más altos niveles gubernamentales. A los corruptos se les debe confinar en las peores cárceles del país y sus bienes deben pasar a manos del estado y este a su vez debe hacerlo llegar a las comunidades, para así una vez fuera de la cárcel anden con una mano adelante y una atrás.
El estado debe poseer una estructura judicial, fiscal y policial debidamente supervisado y controlado, y en caso de fallas extremadamente sancionado, solo así se logrará andar de manera segura por las calles.
Pero insisto solo la educación en cantidad y calidad logrará llevarnos a buen puerto.